Cuando me entero que un trágico accidente, te a apartado de nosotros en plena juventud.
De pronto te encontraste delante de un camino desconocido para ti.
Tu mente recordó aquel poema de Antonio Machado.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Al fin decides ponerte en marcha,
sin volver la vista a tras.
Marchando sin prisas, pero sin pausa te encontraste un bello ángel, que recogía violetas
para hacer un ramito y te dijo.
Le quise cantar como respuesta una canción, que aun que no era mía si era de un
compañero, pero con las prisas por llegar al final de este camino, se me a olvidado
la letra.
Creo que ya estoy llegando al final del camino.............. Oigo una trompeta celestial
y una voz que me dice que estoy frente a un mundo maravilloso.
Al fin e llegado, estoy aterrorizado, emocionado, no se como explicarlo.
Tengo ante mi a la gran Diosa a la musa, me arrodillo ante ella y con una caricia
me hace levantar, me coge de la mano y me susurra.
Todo se ilumina con una luz cegadora, y flotando en ella la Voz, que me dice.
A tu manera conseguiste la fama pero a qui la gloria y la inmortalidad ya que siempre
vivirás en el recuerdo.
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